5 razones para dejar de gritar a tus hijos y 10 claves para consegirlo

La mayoría de los padres piensan que deberían dejar de gritar a sus hijos pero luego, sin darse ni cuenta, se sorprenden a sí mismos recurriendo una y otra vez al grito. Parece que nuestros hijos no obedecen hasta que, hartos de repetir la misma orden, se la gritamos. Es verdad que el grito llama su atención en un primer momento, pero a la larga dejará de tener efecto y entonces ¿qué haremos? ¿Gritar más fuerte, gritar más rato, vivir a gritos? 

¿Es posible educar sin gritar?
Evidentemente sí. De hecho debería ser nuestra elección. Nuestros hijos han aprendido a no obedecer hasta que nos ven realmente enfadados y este es un mal hábito que han adquirido. Por lo tanto, es un hábito que debemos hacer desaparecer y generar uno más saludable. Gritar entrena a nuestros hijos a no escuchar hasta que se les levanta la voz. Cuanto más lo usamos, más los entrenamos y más nos costará que obedezcan sin necesidad de gritar.
Dejar de gritar no es fácil porque supone tener un gran autocontrol sobre nuestras emociones sobre todo de la ira y la rabia que nos genera ver la desobediencia diaria en nuestros hijos. Es un entrenamiento que lleva tiempo. Primero sabremos frenarnos al minuto de estar chillando, pero poco a poco, seremos capaces de frenar antes de empezar a gritar, es cuestión de proponérselo, es cuestión de añadirlo a la lista de objetivos del 2015.
Y para que vosotros hagáis como yo y pongáis este deseo en vuestra lista, os voy a dar 5 razones para dejar de gritar a vuestros hijos que os convencerán:

Para leer el artículo completo pinchad aquí.

(fuente: psicologosantacoloma.es)

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