Resumen de la reunión sobre jornada continua 21 Enero 2014

Os dejamos un resumen de lo que se habló en la reunión sobre el proceso de cambio de jornada. 
Con fecha 28 de Enero se ha incluido una correción , el número mínimo de comensales para mantener abierta la cocina  es de unos 150 y no de 120 como se indicó inicialmente.


La presencia en la asamblea de familias es de 21 personas y comienza con la presentación del Director del resumen del inicio del proceso tras la solicitud presentada por un miembro del Consejo escolar al comienzo de este curso. La propuesta se inició por la petición de un sector de familias que parece interesado en el cambio y por tanto, en iniciar de nuevo el proceso de votación. El Consejo Escolar, tras la anterior votación, acordó que deberían pasar al menos dos cursos antes de volver a votar, por los recursos que se movilizan (aunque la normativa permite votarlo cada año). El Director traslada a los asistentes, el deseo del centro de que la votación sea lo más participativa posible, para poder pulsar con la mayor validez, lo que opinan la mayoría de las familias y así poder justificar en el futuro la posición mayoritaria y no estar votando cada poco tiempo. En el claustro se ha votado mayoritariamente a favor del cambio de jornada y el día 29 votarán las familias. Se recuerda que para que la votación tenga validez deberán votar 2/3 del censo y para que el cambio de jornada sea posible deberían ser favorables al cambio 2/3 de los votos emitidos. La jornada que se votará será de 9:00 a 14:00. Tras esta presentación, el Director agradece la presencia del responsable de la empresa de comedor, ya que desde la AMPA se había trasladado que había inquietud por cómo el cambio a jornada continuada podría impactar en el servicio de comedor.


 El responsable de la empresa, amablemente informa de su experiencia en otros colegios con los que trabajan y que han vivido el cambio de jornada. Lo que han visto es que los comensales se reducen en unos 2/3 cuando se implanta la jornada continuada, reduciéndose casi a los beneficiarios de beca. El número mínimo de comensales para mantener abierta una cocina y no pasar a servicio de catering debería ser de unas 150 personas; ahora mismo esta empresa lleva la cocina de ocho coles públicos. En algunos colegios se ha tenido que cerrar la cocina y se ha recurrido al catering, en otros colegios se ha optado por acudir a comedores de colegios cercanos. Se pregunta a Dirección cuántos comensales y beneficiarios de beca hay en la actualidad y nos informa de que hay unos 350 comensales, de los cuales unos 100 obtienen algún tipo de ayuda. Queda claro que el horario intensivo tendría muy probablemente un impacto en la reducción de los usuarios de comedor y ahora mismo no se puede asegurar si se llegaría al mínimo para mantener la cocina abierta, aunque un dato favorable para ello es que el número de beneficiarios de ayuda en este centro es bastante alto.
Desde las familias se traslada la preocupación por las actividades extraescolares, de si existe el riesgo de que desde la Administración se fuerce el cierre del centro al terminar la jornada y se ponga en riesgo la continuidad de las actividades extraescolares. Se debate que en principio todo debería seguir igual pero adelantándose a las 16:00 en lugar de las 16:30, y dejando claro que las familias que no puedan cubrir esa media hora, si tuvieran que acudir a las actividades extraescolares, eso supone un coste que deberían asumir. Incluso aunque el centro permanezca abierto, el riesgo que se correría, al igual que se ha expuesto para el comedor, es que disminuyera el número de personas mínimo para que se pudiera mantener una actividad y no se pudiera mantener una oferta tan amplia como la que se disfruta ahora. Se recuerda y agradece que tras la retirada de la subvención del Aula de Música, la actual Aula de Artes se ha podido mantener gracias a la participación de las familias. El impacto que tendría sobre la misma la jornada continua se desconoce, pero puede suceder que al irse a casa muchas familias a las 14:00, luego no volvieran a lo largo de la tarde. A favor se recuerda que ahora mismo, muchas/os alumnas/os no entran a las actividades nada más salir de clase y deben esperar para hacer su actividad, incluso para algunas que se dan a última hora, algunas familias van a su casa y vuelven, por lo que el componente de motivación para hacer una actividad, si es alto, podría mantenerse independientemente del horario.
Se pregunta por cómo quedaría la jornada en el horario intensivo. En primaria habría tres sesiones de una hora antes del recreo, un recreo de media hora y después otras dos sesiones de 45 minutos. En infantil se distribuiría de modo que se pudieran hacer dos descansos de veinte minutos a lo largo de la jornada. Una profesora traslada su experiencia en infantil con la jornada intensiva en otro centro y ante la dificultad de dar ahora las clases de la tarde, con la jornada intensiva le parece que se aprovecha mejor la atención en las últimas horas de la jornada intensiva que en las de la tarde actuales. Pero incide en que es una observación de su experiencia personal. Una madre expone que a pesar de haber buscado mucha información es muy difícil encontrar estudios que demuestren que pedagógicamente y para los niños/as la jornada intensiva sea mejor que la partida.
Se pregunta por las pertenencias de las/os niños/as durante las dos horas de comedor, si se quedarían tiradas por el patio sin seguridad. Se explica que eso sucede así ahora en el horario intensivo en junio y septiembre y que si acaso se podría pensar en habilitar algún espacio. Desde una familia se hace una crítica por las facilidades que se dan para solventar los problemas que se plantean para facilitar el cambio de horario y el Director insiste en que esa buena voluntad no se interprete como un apoyo al cambio de horario y que se quiera impulsar desde el centro una opinión favorable por su parte. El objetivo de esta reunión es que cada uno exprese su opinión y se escuchen tanto los argumentos a favor como en contra. 
Una madre hace una reflexión sobre lo paradójico y sospechoso que le resulta que la administración que suele tender a recortar el poder de decisión de las familias en otros temas relacionados con la educación de sus hijos/as (la elección de centro, por ejemplo), sí de el poder de decisión en este tema de la elección de horario.
Se produce un debate sobre la petición de emisión de voto. Algunas familias recuerdan que si se está en contra se puede demostrar tanto votando “No”, como no votando, porque al ejercer el voto no se está pidiendo solo una opinión, sino que ese voto tiene consecuencias muy serias para el modelo de cole que uno ha elegido o que quiere. Si se quiere saber la opinión de verdad de todas las familias, puede hacerse recogiendo un cuestionario o haciendo un referéndum que no tenga impacto en el cambio de jornada. Tan lícito es opinar votando como no votando. Algunos presentes que piden la expresión de la opinión a través del voto hacen una crítica sobre el poder de anulación de la votación si no se llega al quórum mínimo de 2/3 y el supuesto poder mayor de los que no quieren la jornada. Está claro que quienes quieren el cambio de jornada deben ir a votar, pero quienes no lo quieren lo pueden expresar tanto votando como no votando y se insta al Equipo directivo a que “lea” también esas claves en contra del cambio de jornada si la participación no es masiva en las votaciones. Una madre recuerda los resultados de las votaciones anteriores y que votó un alto porcentaje de familias en comparación con la participación que se obtuvo en otros centros. Aquí votaron en torno a un 53% del censo, y de los votos hubo una ligera mayoría del “Sí” respecto al “No”, pero también se votó mucho “No” y haciendo cálculos incluso aunque los aproximadamente 100 votos que faltaron para llegar a los 2/3 del censo hubieran sido “Sí”, no se hubiera conseguido los 2/3 del voto favorable. Se hace una reflexión sobre la expresión de la opinión no votando, por las consecuencias del voto en un modelo de cole que sería distinto al que había cuando se eligió este centro. En otros colegios incluso ha llevado a disminuir la línea (de dos clases a una por curso), por lo que no es una decisión trivial. Preocupa la pérdida de contacto entre familias y profesoras/es, y se pone el ejemplo de los talleres. El Director expone, que obviamente los talleres pasarían a tener que hacerse de 12.30 a 14.00. Por tanto las familias que trabajan por la mañana pero que ahora llegan a las 15.00 no podrían participar. En cuanto al contacto con las tutoras/es, algunas profesoras presentes ven difícil que en este colegio eso se perdiera, porque ahora mismo se hace todo lo posible por acordar reuniones fuera de horario con las personas que no pueden en el horario de tutoría a las 13.00 y eso no tendría por qué cambiar. Las reuniones de ciclo se seguirían poniendo por la tarde, y recuerdan que ya ahora se pone fuera de su horario, y esa voluntad existe ahora y existiría luego. 

Se pregunta el impacto que tendría el horario de 9:00 a 14:00 sobre el horario de la ruta y si los niños llegarían tarde sistemáticamente a la primera hora, ya que ahora suele llegar más tarde de las 9.00. El Director informa de que supone que desde la administración ajustarían la llegada; una representante de familias que observó problemas con la ruta en su anterior colegio y tuvo que denunciar al defensor del menor pone en duda que existiera dicha sensibilidad de la administración ante ese problema.
Por último se pregunta el dato sobre la opinión a favor del claustro y se informa de que votó a favor el 90% del profesorado.
Se termina la sesión recordando que en este cole los niños siempre han sido lo primero y que se espera que cada familia votará (o no) en conciencia buscando lo mejor para ellos.

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